
En el nivel preescolar, jugar no es una actividad irrelevante, es la forma natural en que los niños aprenden. A través del juego, los más pequeños desarrollan el lenguaje, resuelven problemas, practican habilidades sociales y exploran el mundo.
Afortunadamente, no necesitas grandes recursos ni juguetes costosos para incentivar que los niños aprendan jugando. ¿No nos crees? Entonces es mejor que sigas leyendo.
Crea un rincón de juegos en tu salón de clases
Un rincón de juegos es un espacio adaptado dentro del aula, para que los pequeños jueguen y aprendan. Aquí puedes dejar todo tipo de elementos que despierten su curiosidad y a la vez, los ayuden a entender conceptos como formas, tamaños, cantidades, etc.
Incluso puedes tematizar dicho espacio. Por ejemplo, creando un mini super con cajas, frascos y botellas vacías de productos, un carrito de compras de juguete y billetes de Monopoli, turista mundial, etc. Así podrán poner en práctica conceptos como números, sumas y restas, dimensión espacial, etc.
Juegos de movimiento y canciones
El cuerpo es una herramienta poderosa de aprendizaje y sobre todo, muy accesible, al momento de jugar y aprender. Desde hace ya muchos años, juegos de canciones como las rondas infantiles son usadas en los salones de clase de México y el mundo.
Muy probablemente recuerdes juegos como Simón dice, el juego de las estatuas o Doña Blanca. Puedes realizar este tipo de dinámicas en el aula, asegurándote antes de despejar el espacio, o en el patio de la escuela.
La búsqueda del tesoro
Los juegos que implican competencias pueden motivar a los niños a dar lo mejor de sí y poner en marcha lo aprendido en clase. Uno de los más comunes es la búsqueda del tesoro, juego en el cual deberás esconder una recompensa y darles un mapa para que la encuentren.
Incluso puedes hacer que este reto sea aún más desafiante colocando acertijos en el mapa como sumas, restas, señales de colores o símbolos. Así harás que el pequeño agudice sus sentidos, mejore su capacidad conectiva, su percepción del entorno y su aprendizaje activo.
Pesca de letras y números
Si tienes una alberca inflable, puedes aprovechar para llenarla de cubos de espuma que simulen agua, números y letras de plástico. Puedes armar tus propias cañas de pescar con palitos de bandera o comprar algunas de juguete.
Con el estanque listo, pídeles a tus niños que pesquen ciertas letras y números, por ejemplo, con tarjetas sorpresa, resultados de sumas o restas, o para armar palabras. Esto ayudará a que relacionen mejor conceptos como números, letras y operaciones matemáticas.
Creatividad libre
Esta estrategia, como tal, no se centra en un concepto en concreto sino más, en un espacio diseñado para la libertad creativa. Aquí, en un rincón del salón o caja, debes de dejar todo tipo de objetos con distintas formas, materiales y usos.
Después, debes dar tiempo libre para que los niños jueguen con dichos objetivos como ellos quieran. Habrá quien cree una torre de cubos y otros que transformen una botella en una nave espacial. El objetivo es permitir que, tanto su creatividad como su imaginación sean libres y se desarrollen mejor.