Gráficos interactivos para el aprendizaje infantil

Relación entre emociones y aprendizaje: Un vínculo inseparable

Durante mucho tiempo, las emociones fueron vistas como elementos ajenos al aprendizaje. Se pensaba que un aula debía ser un espacio neutral donde lo importante era la razón, la lógica y la memoria.

Sin embargo, investigaciones recientes en pedagogía han demostrado que las emociones no solo influyen en el aprendizaje, sino que son una parte esencial de este. Es por eso que aquí abordaremos la relación entre emociones y aprendizaje en el desarrollo infantil.

relación de las emociones y el aprendizaje

¿Qué son las emociones y por qué importan en el aprendizaje?

Las emociones son respuestas fisiológicas, cognitivas y conductuales ante estímulos internos o externos. No solo se manifiestan en el estado de ánimo, sino que influyen en la atención, la memoria, la motivación y la toma de decisiones.

En términos educativos, esto significa que un estudiante que experimenta emociones positivas tiene mayores posibilidades de enfocarse, comprender y retener lo que aprende. Por otro lado, emociones negativas como el miedo, la ansiedad, la tristeza o la frustración, si no son atendidas, pueden bloquear el aprendizaje.

Fundamentos neurocientíficos del vínculo emoción-aprendizaje

Gracias a los avances en neurociencia, hoy sabemos que el cerebro no separa lo emocional de lo cognitivo. La amígdala, centro emocional clave del cerebro, juega un papel importante en cómo se procesa y almacena la información.

Si una experiencia es emocionalmente significativa (ya sea positiva o negativa), el cerebro le presta más atención y la memoria la retiene mejor. Para bien o para mal.

Asimismo, la dopamina, neurotransmisor asociado al placer,  se activa cuando el alumno disfruta lo que está haciendo, lo que fortalece la conexión neuronal. En cambio, cuando está presente el cortisol, hormona del estrés, afecta negativamente el hipocampo, que es la región encargada de la memoria y el aprendizaje.

Esto significa que el clima emocional del aula tiene un impacto directo en el funcionamiento cerebral. A través de una correcta educación socioemocional se favorece la neuroplasticidad, se mejora el aprendizaje y se incentiva el desarrollo socioemocional.

Emociones que impulsan el aprendizaje

Dentro de la relación entre emociones y procesos de aprendizaje existen aquellas positivas que incentiven el desarrollo infantil. A continuación te contamos las principales que forman parte de la educación socioemocional en preescolar.

Curiosidad

Es la chispa que enciende el deseo de saber. Cuando un estudiante siente curiosidad, su atención se activa y busca activamente nueva información. Los docentes pueden fomentar la curiosidad presentando desafíos, preguntas abiertas o temas de la vida real.

Alegría

Aprender con alegría no solo es más placentero, sino más efectivo. Las emociones agradables facilitan la creatividad, el pensamiento flexible y la colaboración. Una clase en la que hay risas, juegos y entusiasmo se convierte en un espacio efectivo para aprender.

Interés

Cuando un tema conecta con los intereses de los niños, se genera un compromiso emocional. Este interés puede mantenerse con metodologías activas, elección de temas y proyectos significativos como los de la NEM.

Orgullo

Sentirse capaz y ver el resultado del esfuerzo genera orgullo y refuerza la autoestima académica. Celebrar los logros, por pequeños que sean, refuerza el deseo de seguir aprendiendo.

Emociones que pueden obstaculizar el aprendizaje

Así como hay emociones que impulsan, también hay emociones que pueden convertirse en un ancla del desarrollo infantil. Algunas de las más frecuentes en la educación socioemocional son:

Miedo al error

Muchos estudiantes evitan participar por miedo a equivocarse. Si el error se castiga o se ridiculiza, se genera un clima de inseguridad que limita el aprendizaje. Por eso, es fundamental construir una cultura donde el error sea parte del proceso, no una humillación.

Ansiedad

La ansiedad ante los exámenes, la presión por las calificaciones o la competencia constante generan un bloqueo cognitivo. Técnicas de relajación, acompañamiento emocional y cambios en la forma de evaluación centrada en el desarrollo y no en el número pueden disminuirla.

Desinterés

Cuando el alumno no encuentra sentido a lo que aprende, desconecta emocionalmente. Esto se soluciona conectando los contenidos con su vida, contexto y aspiraciones. Por ello es que la Nueva Escuela Mexicana destaca la importancia del aprendizaje relacionado con su día a día.

Frustración

La frustración aparece cuando el reto es demasiado difícil o el estudiante siente que no puede lograrlo. Un acompañamiento cercano, ajustes al nivel de dificultad y retroalimentación constante ayudan a regular esta relación entre emociones y aprendizaje.

El papel del docente como regulador emocional

El docente, más que un transmisor de contenidos, también es un modelador emocional según los modelos de educación socioemocional actuales.

Su tono de voz, su actitud, su forma de corregir, de celebrar logros, de tratar a sus estudiantes y de gestionar los conflictos influye en el clima emocional del aula.

Según la relación entre emociones y aprendizaje, un docente emocionalmente consciente y empático es capaz de:

  • Detectar cómo se sienten sus alumnos.
  • Acompañar emocionalmente en momentos difíciles.
  • Regular sus propias emociones.
  • Crear un ambiente seguro, donde todos se sientan valorados.

Además, puede incorporar herramientas de educación socioemocional en su práctica diaria, como dinámicas de expresión emocional, asambleas de grupo, rutinas de autocuidado o espacios de escucha activa. Esto para mejorar el desarrollo infantil.

cuál es la relación entre emociones y aprendizaje

La familia y la dimensión emocional del aprendizaje

El entorno familiar también cumple un papel clave en el desarrollo emocional del niño. La forma en que los padres acompañan, escuchan, valoran el esfuerzo o responden al fracaso influye en la seguridad emocional de los niños.

Una buena comunicación entre la escuela y la familia permite que ambos espacios trabajen en sinergia en pro del desarrollo infantil. Las escuelas pueden ofrecer talleres para padres sobre inteligencia emocional que ayuden a reforzar la relación entre emociones y aprendizaje en casa.

Evaluación con enfoque emocional

Incluso la evaluación debe considerar la dimensión emocional. No se trata solo de calificar resultados, sino de observar cómo se sintió el alumno durante el proceso, qué retos emocionales enfrentó, cómo reaccionó ante el error y qué aprendió de sí mismo.

Una evaluación formativa que respeta la relación entre emociones y aprendizaje incluye estrategias de autoevaluación, coevaluación y retroalimentación constante. También permite que el estudiante reflexione no solo sobre lo que aprendió, sino sobre cómo se sintió al aprender. Así como genera información valiosa sobre las áreas a reforzar.

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