Durante preescolar, los niños no solo aprenden a leer, a identificar colores o a contar, también aprenden a ponerle nombre a lo que sienten. Y es que el desarrollo socioemocional durante esta etapa es tan importante como el aprender a ir al baño solos.
En el marco del aprendizaje emocional existen estrategias que pueden hacer que este sea más eficiente. Un ejemplo, del que hablaremos a continuación, es el rincón de las emociones en preescolar.

¿Qué es un rincón de las emociones?
Un rincón de las emociones en preescolar es un espacio físico dentro del aula, diseñado para que los niños tengan un lugar seguro y atractivo donde puedan reconocer lo que sienten y aprender a gestionarlo.
Funciona como una especie de laboratorio emocional en miniatura, en el que los alumnos pueden acudir cuando necesiten expresar lo que están sintiendo o cuando el docente lo integre en una actividad específica.
La idea es ofrecerles herramientas visuales, materiales lúdicos y dinámicas sencillas para que los pequeños desarrollen su inteligencia emocional desde edades tempranas.
La importancia del rincón de las emociones en preescolar
Durante el kínder, el mundo emocional de los niños está en plena formación. Muchas veces experimentan frustración, tristeza, alegría intensa o miedo, pero no siempre saben cómo expresarlo con palabras. Aquí es donde entran los espacios emocionales en el aula pues se convierten en un puente entre el sentir y el comunicar.
Además, el uso de espacios para la educación emocional está alineado con los principios de la Nueva Escuela Mexicana, la cual promueve una educación humanista, integral y centrada en el bienestar del estudiante. No se trata solo de formar académicamente, sino de acompañar a los niños en su desarrollo social y emocional.
Beneficios de contar con un rincón emocional infantil
De acuerdo con expertos en psicología infantil, el contar con un rincón de las emociones en preescolar en el aula dará beneficios a los niños como:
- Mejora de la convivencia escolar: Los niños aprenden a empatizar y respetar lo que sienten los demás.
- Reducción de conflictos: Al contar con un espacio para expresarse, disminuyen los berrinches o conductas agresivas.
- Fortalecimiento del vínculo docente-alumno: El maestro se convierte en un guía que escucha y valida las emociones generando más confianza hacia el alumno.
- Desarrollo de la autoestima: Al reconocer y aceptar sus emociones, los niños se sienten más seguros de sí mismos.

Paso a paso para crear un rincón de las emociones
Por supuesto que para aprovechar los beneficios de estos espacios emocionales en el aula es necesario aprender a desarrollar. En Emmi te contamos cómo crear un rincón de las emociones en preescolar paso a paso.
1. Elegir el lugar adecuado
El rincón de las emociones en preescolar debe ubicarse en un espacio tranquilo del aula, lejos de distracciones. No tiene que ser grande, basta con una esquina acogedora con cojines o una alfombra que invite a los pequeños a sentarse cómodamente.
2. Diseñar un ambiente atractivo
El aspecto visual es muy importante en preescolar. Usa colores cálidos, ilustraciones grandes y materiales llamativos que inviten a visitarlo. Puedes colocar carteles con expresiones faciales, dibujos de personajes o incluso espejos pequeños para que los niños observen su propio rostro.
3. Incorporar recursos visuales
Algunas herramientas que puedes usar en tu rincón emocional infantil son los semáforos de las emociones. También puedes colocar una ruleta emocional con diferentes caritas para que los niños giren y elijan la que los representa. El mural de las emociones, donde cada alumno coloca una tarjeta con cómo se siente al inicio del día también funciona.
4. Añadir materiales sensoriales
El rincón también puede incluir objetos que ayuden a relajarse o a autorregularse. Por ejemplo, las llamadas botellas de la calma con agua y brillantina, pelotas antiestrés o muñecos blanditos. Las cajas con crayones y hojas para dibujar lo que sienten y los libros infantiles sobre emociones tampoco pueden faltar.
5. Establecer reglas claras
Es fundamental que los niños comprendan cómo y cuándo usar el rincón. Por ejemplo, deben saber que pueden acudir cuando se sienten tristes, enojados o nerviosos. También enséñales que pueden permanecer allí unos minutos y luego regresar a la actividad grupal.
6. Integrarlo en la rutina diaria
El rincón no debe ser un espacio aislado. Es recomendable que el docente lo incluya en diferentes momentos como al inicio de la jornada, después del recreo, tras una discusión entre compañeros o como parte de una dinámica de grupo.
Retos al implementar un rincón de las emociones
Como todo recurso pedagógico, la implementación de espacios para la educación emocional también tiene retos a superar. Por ejemplo, el tiempo limitado, ya que en ocasiones el docente siente que no alcanza el horario para dedicar a estas actividades.
La falta de recursos es otro gran reto. Y es que algunos maestros no cuentan con presupuesto para materiales. Ni hablar de que existen escuelas que no poseen electricidad. Además, el que los niños la acepten es un reto pues pueden tardar en acostumbrarse a identificar y expresar lo que sienten.
La clave está en la constancia y en adaptar el rincón a las posibilidades de cada aula. Incluso con materiales sencillos, se pueden lograr grandes resultados si se mantiene el propósito pedagógico y la constancia.
Recuerda que…
El rincón de las emociones en preescolar es mucho más que una decoración bonita en el aula. Es un espacio que ofrece a los niños de preescolar la oportunidad de conocerse, expresarse y aprender a convivir con los demás. Su implementación requiere creatividad, paciencia y compromiso, pero los beneficios que aporta son enormes
Cuando un niño aprende a reconocer que está enojado sin pegar, o que puede calmar su tristeza dibujando o respirando, estamos sembrando una semilla que lo acompañará toda la vida. Además, de que mejorará su aprendizaje y su bienestar.
En un mundo donde cada vez se habla más de inteligencia emocional, los docentes tienen en sus manos la posibilidad de empezar a cultivarla desde los primeros años escolares.