Durante preescolar, los niños están descubriendo un universo emocional lleno de matices, pero aún no cuentan con las herramientas necesarias para identificar, expresar y regular lo que sienten.
Por eso, la educación emocional es fundamental en los primeros años de vida. Para mejorarla, existen actividades prácticas como los cuentos para trabajar emociones en niños entre otras más ¡Que te detallaremos a continuación!

¡Hagamos un cuento!
Los cuentos para trabajar emociones en niños son una forma efectiva de enseñar a los niños a nombrar lo que sienten. Para ello, entre el docente y los alumnos pueden crear una historia en la que identifiquen y expresen lo que sienten.
Por ejemplo, el docente comienza un cuento con una frase como: “Había una vez un niño que estaba muy… (triste/alegre/enojado)”. Cada niño agrega una parte a la historia y dice cómo se sentía el personaje y qué hacía. Y así, todos poco a poco añaden algo a la historia.
Además de enseñar a reconocer y nombrar emociones, estos cuentos para trabajar emociones en niños también incentivan la mejora del vocabulario y habilidades de comunicación.
Títeres que sienten
Otra forma muy divertida de incentivar el desarrollo socioemocional en preescolar es usar títeres que actúen y representen las emociones. Esto con el objetivo de hacer que el aprendizaje sea mucho más divertido y dinámico.
Los docentes pueden pedirles a los niños que traigan calcetines viejos de casa y, aprovechando materiales en el aula, decorarlos y convertirlos en títeres. Después de hacer los títeres, los niños pueden conversar con ellos o inventar una situación donde el títere explique cómo se siente y qué necesita.
De acuerdo con expertos, esta es una forma bastante efectiva de hacer que niños, sobre todo tímidos, participen en estas actividades y compartan cómo se sienten.
Teatro de sombras con temática de emociones
Los teatros de emociones son dinámicas donde, en lugar de usar títeres o personajes, se usan sombras hechas con las manos. Esta dinámica se puede usar para expresar emociones a través del movimiento del cuerpo y las sombras proyectadas.
Para hacerlo solo necesitas una lámpara, una sábana ¡Y tus pequeños! Pues los niños deberán actuar detrás de la sábana para mostrar emociones como miedo, enojo o felicidad. Esto, a través del movimiento del cuerpo o sus manos y de las sombras.
Este tipo de actividades, a diferencia de los cuentos para trabajar emociones en niños tiene un doble beneficio. Además de aprender emociones, también ayuda a trabajar la conexión mente cuerpo.
El mural (reciclado) de las emociones
Aunque no lo creas, también se pueden expresar emociones usando materiales reciclables. Tapas, cartones, botellas, revistas viejas, papel periódico, etc. Pueden ser usados para crear un mural de las emociones.
En conjunto, niños y docentes, deberán montar un mural colectivo donde cada sección representa una emoción (alegría, tristeza, sorpresa, miedo). Para ello, deberán utilizar materiales reciclados.
Usar materiales reciclados puede ser muy útil, sobre todo en la educación preescolar pública donde, los materiales suelen ser escasos. Más aún, cuando hablamos de una escuela rural o en la sierra.
El baúl de disfraces
Los juegos de roles pueden ser una metodología muy efectiva para la enseñanza de las emociones en el contexto de la educación infantil. Para ello, los disfraces pueden ser un gran aliado pues hacen que sea más fácil entrar en el papel.
En esta actividad, los niños tienen que armar un disfraz con ropa y prendas traídas de casa para después representar una emoción. Por ejemplo, un “pirata enojado” o una “princesa feliz”, según cómo es que se sientan.
Realizar este tipo de actividades favorece la conexión cuerpo-mente lo que facilita el entendimiento de qué es lo que están sintiendo y cómo se refleja esto físicamente.
La caja de sonidos
Explicar un concepto intangible a niños de preescolar puede ser complicado. Por ello es que en la educación infantil se suele asociar sonidos y música con emociones facilitando así que los niños entiendan cómo se sienten.
Los docentes, por ejemplo, pueden hacer sonar un instrumento y pedir a los niños que asocien la emoción que les provoca con el sonido. Luego, cada niño con un instrumento puede crear un “sonido alegre”, “sonido triste” o “sonido de miedo”.
Además de asociar las emociones con un sonido, los niños también pueden desarrollar su sentido artístico y su creatividad. Recuerda que las artes también son parte del bienestar integral de los niños.
Fotohistorias de emociones
Para aquellas escuelas donde es posible usar una cámara o un celular, se pueden usar las fotografías como una manera de relacionar una emoción con una cara. Esto ayuda a reconocer y narrar emociones e incluso crear cuentos para trabajar emociones en niños usando fotos.
Si no es posible hacerlo, entonces puedes pedirles a los niños que traigan revistas, libros viejos, periódicos y hasta folletos. Con los recortes, se puede realizar esta actividad para aprender a identificar emociones a partir de fotos e imágenes.
El principal beneficio que ofrece esta actividad en el desarrollo socioemocional en preescolar es facilitar el reconocer emociones. Y es que al ponerles cara, los niños sabrán más fácilmente cuando alguien está sintiendo algo.

La botella viajera de sentimientos
Por último, las dinámicas en grupo pueden ser una gran forma de desarrollar no solo la inteligencia emocional, sino también habilidades con la empatía. Para esta actividad no necesitamos más que una botella reciclada que se puede decorar entre todos.
Una vez la botella esté lista, los niños se sientan en círculo y pasan la botella. Quien la tenga dice cómo se sintió en algún momento del día (feliz, enojado, con miedo, sorprendido). Mientras que los demás escuchan en silencio.
Este tipo de actividades refuerzan la comunicación emocional y la escucha activa. Además, de que, como ya te contamos, permiten desarrollar habilidades como la empatía.
¿Todos pueden desarrollar estas actividades?
Una gran ventaja de estas actividades es el hecho de que se pueden poner en marcha tanto en escuelas que cuentan con recursos y materiales como aquellas con infraestructura limitada. Lo que más vale aquí es la creatividad del docente para guiar a los niños y ponerlas en marcha.