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Habilidades sociales en preescolar: ¿Cómo influyen en los niños?

La etapa de ir al kínder es mucho más que aprender los colores, cantar o hacer manualidades con sopitas. Para muchos niños, es el primer contacto real con un grupo de personas fuera de su familia y eso lo convierte en un momento clave para el desarrollo de habilidades interpersonales de los niños.

Es por eso que aquí explicaremos por qué las habilidades sociales en preescolar se desarrollan de manera tan eficiente durante esta etapa escolar.

importancia de las habilidades sociales en preescolar

El preescolar como primer laboratorio social

En casa, los niños suelen interactuar con un círculo reducido de personas: Mamá, papá, hermanos y algún familiar cercano. El preescolar rompe esa burbuja. Allí la importancia de la importancia de la educación inicial en los niños.

De pronto, los niños se encuentran rodeados de otros niños con intereses, personalidades y formas de ver el mundo distintas. Este cambio les obliga a adaptarse, aprender reglas nuevas y entender que no siempre serán el centro de atención.

Esto obliga a la socialización en preescolar haciendo que los niños aprendan a respetar turnos, a jugar lo que todo el grupo quiere y a convivir. Además, de que ayuda a crear relaciones sociales en la infancia que pueden durar mucho tiempo.

Principales habilidades sociales que se desarrollan en preescolar

Como parte de la interacción con otros niños, estas son algunas de las habilidades sociales en preescolar que desarrollarán los peques en esta etapa.

1. Comunicación efectiva

En preescolar, los niños amplían su vocabulario, pero más allá de aprender nuevas palabras, comienzan a usarlas para expresarse de forma clara.

Aprenden a contar lo que quieren, lo que sienten y lo que necesitan y a escuchar lo que otros dicen. La interacción diaria con compañeros y maestros mejora su capacidad para formular ideas y comprender mensajes.

2. Trabajo en equipo

Actividades grupales como construir una torre de bloques o preparar una obra de teatro enseñan a los niños que el esfuerzo en equipo logra más que el trabajo individual. Aquí los niños descubren que es necesario negociar, repartir tareas y aceptar ideas diferentes a las propias.

El trabajo en equipo, a través de la convivencia, permite la socialización en preescolar creando así relaciones de amistad entre los niños.

3. Resolución de conflictos

En un aula, los desacuerdos son inevitables: quién usa el columpio, qué juego se juega primero o quién va al frente en la fila. En estos momentos, los niños aprenden a buscar soluciones, a pedir ayuda de forma adecuada y a controlar sus emociones para resolver las diferencias sin violencia.

La falta de habilidades sociales en preescolar puede derivar en problemas como los berrinches o la agresividad al no tener la razón, no ser los primeros o elegir a qué jugar.

4. Empatía

Al convivir con niños que tienen distintas personalidades, habilidades e historias, los pequeños empiezan a ponerse en el lugar de los demás. Esta empatía se refuerza cuando los maestros promueven actividades donde se reconozcan y valoren las emociones.

Como la Nueva Escuela Mexicana lo indica, se deben reconocer las diversidades apostando por la inclusión y la igualdad.

5. Autocontrol

El preescolar enseña que no siempre se puede hacer lo que uno quiere en el momento que lo desea. Esperar turno, guardar silencio en ciertos momentos o seguir una secuencia de pasos fomenta la paciencia y la autorregulación.

Dichas habilidades también ayudan, por ejemplo, a trabajar el control de la ira y del estrés lo que ayuda a prevenir problemas de ansiedad o irritabilidad en el futuro.

El papel del juego en las habilidades sociales

El juego es la herramienta más poderosa para aprender en la infancia. En el preescolar, el juego no es solo diversión; es una metodología de aprendizaje activo. Existen distintos tipos de juego, y cada uno potencia distintas habilidades sociales en preescolar.

  • Juego paralelo: Al inicio, los niños juegan uno junto al otro sin interactuar demasiado. Esto les ayuda a familiarizarse con la presencia de otros y a observar comportamientos.
  • Juego asociativo: Los niños comienzan a compartir materiales y a comentar lo que hacen, aunque no persigan un objetivo común.
  • Juego cooperativo: Se construye una meta conjunta, como armar un rompecabezas entre todos o resolver un acertijo, lo que fomenta la cooperación y la negociación, así como las relaciones sociales en la infancia.

En todos estos niveles, el juego estimula la creatividad y la convivencia. Además, prepara a los niños para situaciones sociales más complejas a lo largo de su vida.

Cómo influye el preescolar en la vida futura de los niños

Estudios de psicología infantil han demostrado que el desarrollo de las habilidades sociales en preescolar tiene un impacto directo en el rendimiento académico, la autoestima y la capacidad de establecer relaciones sanas en la adultez.

Los niños que aprenden a relacionarse de forma positiva desde preescolar suelen mostrar más confianza para participar en clase en niveles posteriores. También suelen desarrollar mayor resiliencia frente a problemas y frustraciones.

Además, se ha documentado que son capaces de tener mejores relaciones con sus compañeros y maestros. Así como logran adaptarse con más facilidad a cambios y nuevas experiencias.

cómo se desarrollan las habilidades sociales en preescolar

El rol del maestro en el desarrollo social

El maestro no solo enseña letras y números, también modela conductas sociales. Los niños observan cómo su docente maneja los conflictos, trata a los demás y se comunica. Un maestro que fomenta el respeto, la empatía y la colaboración crea un ambiente donde las habilidades interpersonales de los niños florecen.

Para ello pueden crear círculos de diálogo donde los niños hablen momentos en que todos los niños comparten algo sobre su día o sus emociones. También puede crear proyectos y pedir tareas que requieren la participación de todos para alcanzar un objetivo común.

Recuerda que el maestro incluye su propio comportamiento en el aprendizaje de cómo saludar, pedir las cosas y resolver desacuerdos.

El papel de la familia en este proceso

El trabajo del preescolar se refuerza en casa. Los padres pueden ayudar a sus hijos a consolidar las habilidades sociales en preescolar con algunas tareas como escuchar activamente y mostrar interés genuino por lo que el niño cuenta sobre su día.

También pueden fomentar el juego con otros niños, así como organizar visitas a parques o actividades en grupo. Tampoco deben olvidar que ellos influyen en el modelado de conductas positivas cuando saludan, piden las cosas con cortesía y manejan los conflictos de manera calmada.

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