En los últimos años, el sistema educativo en México ha vivido una transformación profunda con la llegada de la Nueva Escuela Mexicana (NEM). Este modelo no surgió espontáneamente sino es el resultado de una serie de reformas impulsadas por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para entender mejor la Nueva Escuela Mexicana y su impacto en la educación preescolar, aquí te hablaremos sobre qué es y cómo nace. Conocerás su pasado, presente y, por supuesto, su futuro, así como sus fundamentos de la NEM en educación inicial.

¿Qué es la Nueva Escuela Mexicana?
La Nueva Escuela Mexicana es el modelo educativo promovido por el gobierno federal a partir de 2019. Esto como parte de la transformación de la educación pública en México.
Su propósito central es formar ciudadanos con sentido ético, solidario y crítico. Además, de estar comprometidos con la transformación social y el respeto por la diversidad cultural, ambiental y de género.
A diferencia de modelos anteriores centrados en el aprendizaje académico y la evaluación estandarizada, la NEM busca una educación integral. Esto significa atender no solo lo cognitivo, sino también lo el desarrollo emocional, social, cultural y comunitario.
Antecedentes de la Nueva Escuela Mexicana: Un sistema en crisis
Antes de la NEM, México enfrentaba un modelo educativo marcado por la desigualdad, la baja calidad en educación y una desconexión entre las aulas y la vida cotidiana. La educación se regía por planes y programas que priorizan contenidos académicos estandarizados alejados del contexto social y cultural.
Además, el sistema mostraba grandes brechas. Encontrábamos escuelas rurales sin infraestructura básica, falta de docentes y escasa inclusión de minorías. Además, de una limitada participación de los padres de familia en los procesos educativos.
Nacimiento de la Nueva Escuela Mexicana: El cambio político en 2018
La llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador en 2018 trajo consigo una visión diferente del país. Esta se centraba en el combate a las desigualdades, el respeto a los derechos humanos y la regeneración del tejido social. En ese contexto, la educación fue considerada una herramienta central para lograr una transformación profunda.
Desde el inicio de su gobierno, López Obrador impulsó la derogación de la Reforma Educativa de 2013 y propuso una nueva legislación que pusiera en el centro al estudiante. Además, de reconocer el papel del maestro como agente de cambio y adaptar los fundamentos de la NEM en educación al contexto cada comunidad.
En 2019, tras un proceso legislativo, se aprobó la nueva Reforma Educativa que dio origen a la Nueva Escuela Mexicana. Esta reforma modificó el Artículo 3º constitucional y derivó en la publicación de nuevas leyes secundarias como:
- La Ley General de Educación
- La Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros
- La Ley Reglamentaria de la Mejora Continua de la Educación
La Nueva Escuela Mexicana no es solo un programa educativo, sino un nuevo enfoque que concibe la educación como un derecho humano, una herramienta de justicia social y un medio para formar ciudadanos comprometidos con la transformación de México.
Implementación de la Nueva Escuela Mexicana
El rediseño curricular
Uno de los pasos más importantes fue el rediseño del currículo nacional. A través del documento Marco Curricular Común de la Educación Básica, publicado en 2022, se reorganizaron los aprendizajes esperados bajo los fundamentos de la NEM en educación.
El currículo ahora se organiza por campos formativos y ejes articuladores que cruzan transversalmente los contenidos. Ya no se prioriza la memorización, sino el pensamiento crítico, el trabajo colaborativo, la solución de problemas y el aprendizaje activo.
El nuevo plan de estudios
El Plan de Estudio 2022, diseñado para educación inicial: preescolar, primaria y secundaria, propuso lo siguiente:
- Partir del contexto sociocultural del estudiante.
- Trabajar por proyectos integradores en lugar de asignaturas rígidas.
- Reforzar la participación comunitaria.
- Desarrollar saberes significativos, no solo conocimientos técnicos.
Este enfoque exige que los docentes sean mucho más que transmisores de información, deben ser facilitadores, mediadores, promotores de experiencias significativas y actores activos en sus comunidades.
Capacitación y resistencia
La implementación ha implicado un enorme esfuerzo de capacitación docente. Algunos maestros consideran que no han recibido el acompañamiento suficiente, mientras que otros aplauden la apertura hacia la autonomía pedagógica.
También ha habido resistencias, especialmente por el abandono del esquema tradicional basado en asignaturas y exámenes. Así como por la carga administrativa que aún persiste en el sistema y que también trajo consigo Nueva Escuela Mexicana.
Presente de la Nueva Escuela Mexicana

A cinco años de su anuncio, la NEM sigue en proceso de consolidación. En muchas escuelas del país, especialmente en zonas urbanas, los docentes ya están aplicando el nuevo enfoque. Además, de que ya conocen los fundamentos de la NEM en educación.
Sin embargo, en otras regiones más marginadas, la implementación es más lenta por falta de recursos, conectividad, deficiente infraestructura o falta de capacitación. Además, de otras barreras como la inseguridad, la lejanía o el idioma.
Resultados preliminares
Es pronto para hablar de resultados definitivos, ya que la pandemia de COVID-19 interrumpió el proceso de manera abrupta entre 2020 y 2021. Sin embargo, se han comenzado a documentar avances como:
- Mayor integración de saberes culturales y comunitarios en las aulas.
- Incremento en la motivación de los estudiantes cuando se trabaja por proyectos.
- Fortalecimiento de vínculos entre escuela, familia y comunidad.
- Participación más activa en temas de medio ambiente, cultura y derechos humanos.
Aun así, también hay retos a superar como la evaluación de los aprendizajes en este nuevo enfoque, la falta de materiales adaptados y la capacitación continua del magisterio.
Futuro de la Nueva Escuela Mexicana
Entre los obstáculos que la Nueva Escuela Mexicana aún debe sortear encontramos los siguientes ejemplos.
Consolidar el modelo pedagógico
Muchas escuelas aún tienen dudas operativas sobre cómo aplicar los campos formativos y ejes articuladores. Se requiere más acompañamiento y claridad en las estrategias de aula.
Fortalecer la infraestructura educativa
La equidad solo es posible si todos los estudiantes tienen condiciones mínimas dignas para aprender. Aún hay muchas escuelas sin agua potable, electricidad o internet.
Sistematizar buenas prácticas
Hay experiencias exitosas de implementación y metodologías de aprendizaje ya puestas en marcha. Es fundamental documentarlas, compartirlas y promoverlas a nivel nacional.
Crear mecanismos de evaluación formativa
El modelo debe alejarse de la evaluación estandarizada y acercarse a la evaluación auténtica, integral y continua de docentes y alumnos.
¿Qué podría cambiar en este y el próximo sexenio?
La Nueva Escuela Mexicana podría sufrir ajustes dependiendo del rumbo que tome el país. Si se mantiene la línea de transformación social, es posible que el modelo se fortalezca. Sin embargo, si se prioriza la tecnocracia, los rankings y las pruebas estandarizadas, podría haber retrocesos.
La clave está en que la comunidad educativa, maestros, padres, estudiantes, autoridades, hagan suyo el modelo y defiendan los fundamentos de la NEM en educación como una propuesta de país y no solo como una política de gobierno.
Preguntas Frecuentes
La Nueva Escuela Mexicana es un modelo educativo implementado desde 2019 en México, cuyo objetivo es formar ciudadanos éticos, críticos y comprometidos con la transformación social, priorizando el desarrollo integral por encima de la evaluación estandarizada.
Nace tras la llegada del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en 2018, como respuesta a la necesidad de una reforma educativa más equitativa, inclusiva y centrada en el estudiante.
El nuevo plan de estudios reorganiza los contenidos en campos formativos y ejes articuladores, promueve el aprendizaje por proyectos, refuerza la participación comunitaria y enfoca la enseñanza desde el contexto sociocultural del alumno.
Entre los principales retos están la falta de infraestructura en zonas marginadas, la capacitación docente insuficiente, la resistencia al cambio pedagógico y la necesidad de mecanismos de evaluación formativa.
Dependerá del rumbo político del país: si continúa la transformación educativa, el modelo podría fortalecerse; si no, podría sufrir retrocesos hacia enfoques más tecnocráticos o estandarizados.