La educación inicial representa el primer escalón en la formación educativa de los niños en México. La Nueva Escuela Mexicana propone renovarla a través de reconocer esta etapa como fundamental y abordarla desde una perspectiva humanista.
Bajo dicho contexto, explicaremos los principales principios de la NEM en preescolar que sustentan su enfoque humanista. Así entenderemos mejor cómo se reflejan los valores de la nueva escuela mexicana en el día a día de las aulas.

Principio 1: El niño como sujeto de derechos
Uno de los pilares del enfoque humanista en la NEM es la visión del niño como sujeto de derechos, no como un receptor pasivo de conocimiento. Desde su nacimiento, cada niña y niño tiene derecho a recibir una educación que respete su dignidad, escuche su voz, valore su contexto y garantice su bienestar.
Este principio implica que el trabajo en educación inicial debe ser respetuoso de la individualidad y los ritmos de desarrollo de cada niño. Así como participativo, reconociendo que los niños tienen ideas, deseos y necesidades que merecen ser tomadas en cuenta.
El reconocimiento del niño como sujeto de derechos está alineado con marcos internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño y con leyes nacionales como la Ley General de Educación y la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
Principio 2: Educación centrada en el desarrollo integral
Desde la mirada humanista de la NEM, la educación inicial debe abordar todas las dimensiones del desarrollo: cognitiva, emocional, motriz, lingüística, social y ética.
Esto significa que no basta con enseñar letras, números o colores. También es fundamental trabajar la autonomía, la empatía, la curiosidad, la identidad, el lenguaje emocional, la coordinación física y la capacidad de convivir con otros.
En este sentido, el segundo de los principios de la NEM en preescolar indica que el educador no es un simple instructor, sino un facilitador de experiencias significativas. También es un acompañante sensible que observa, escucha y propone situaciones de aprendizaje contextualizadas y respetuosas de la infancia.
El desarrollo integral se promueve a través de valores de la nueva escuela mexicana como el juego libre y guiado. Además, de impulsarse la educación emocional, la exploración sensorial y la expresión artística en un contexto de inclusión y diversidad.
Principio 3: Educación desde el amor y el cuidado
El amor y el cuidado no son conceptos decorativos, sino principios de la NEM en preescolar. La educación inicial, al estar dirigida a niños pequeños y vulnerables, debe garantizar experiencias afectivas que les permitan sentirse seguros, queridos y valorados.
El enfoque humanista de la NEM reconoce que el vínculo afectivo es la base para el aprendizaje. Los niños aprenden más y mejor cuando se sienten emocionalmente conectados con sus educadores. Esto también sucede cuando reciben respuestas cálidas, cuando son tocados con respeto, escuchados con paciencia y tratados con ternura.
El amor y el cuidado no se improvisan, se cultivan a través de una formación docente sensible, ética y comprometida con el bienestar infantil. Además, por supuesto, de venir desde el hogar.
Principio 4: Educación intercultural, inclusiva y con perspectiva de género
Los principios de la NEM en preescolar se sustenten en el reconocimiento de la diversidad materializándose en tres dimensiones clave:
a) Interculturalidad
Cada niña y niño pertenece a una cultura, una lengua, una forma de ver el mundo. La educación humanista no busca homogeneizar, sino valorar las identidades culturales y promover el diálogo respetuoso entre ellas.
b) Inclusión
El enfoque inclusivo reconoce que todas las infancias son valiosas, incluyendo a quienes viven con alguna discapacidad, pertenecen a comunidades vulnerables o enfrentan condiciones particulares. La inclusión no es solo física, sino pedagógica y emocional.
c) Perspectiva de género
Desde los primeros años se comienza a construir la identidad de género. La NEM impulsa una educación inicial que rompa con estereotipos, promueva la igualdad y prevenga la violencia de género desde la infancia.
Principio 5: Participación activa de las familias y la comunidad
En la visión humanista de la NEM, la educación no es una tarea exclusiva del aula. Las familias y las comunidades son actores fundamentales en el proceso formativo. La educación inicial debe construir puentes entre el hogar, la escuela y el entorno.
La participación activa de los padres y cuidadores no solo fortalece el aprendizaje, sino que garantiza la coherencia entre lo que se vive en casa y lo que se promueve en la escuela. Además, de que los valores de la nueva escuela mexicana no solo se transmiten desde la escuela, también se comienzan desde casa.
El niño se reconoce como parte de un entramado social y afectivo más amplio, y la escuela debe integrarse a ese entramado, no aislarse de él.

Principio 6: Juego como eje del aprendizaje
El juego no es un premio ni una pérdida de tiempo; es la forma natural de aprendizaje en la infancia. Hoy en día, el juego es uno de los principios de la NEM en preescolar más importantes y relevantes para el aprendizaje activo.
A través del juego, los niños exploran el mundo, desarrollan habilidades cognitivas, emocionales y sociales, y construyen significado. Un enfoque humanista no impone contenidos mecánicos, sino que crea ambientes ricos para jugar, imaginar, ensayar roles, resolver conflictos y expresar emociones.
Por tanto, todo proyecto educativo inicial alineado con la NEM debe privilegiar espacios de juego libre, simbólico, constructivo y corporal. Así como fomentar el uso de distintos materiales y destinar tiempo suficiente para jugar sin interrupciones.
Principio 7: Respeto por los ritmos y estilos de aprendizaje
Cada niño aprende a su manera, a su tiempo y en su estilo. El enfoque humanista de la NEM rechaza la estandarización y promueve una educación flexible, respetuosa y personalizada.
Esto significa que el adulto debe observar con sensibilidad, documentar procesos, hacer preguntas en lugar de imponer respuestas y crear escenarios adaptados a las necesidades individuales.
En lugar de premiar sólo los “logros académicos”, se valoran las trayectorias de desarrollo, los intentos, las preguntas, las relaciones y la construcción de identidad. Además, se capacita al docente para realizar evaluaciones cualitativas educativas en lugar de cuantitativas
Principio 8: Educación para la vida
Finalmente, uno de los principios de la NEM en preescolar es formar para la vida, no solo para el sistema escolar. Esto implica que los aprendizajes deben ser significativos, útiles, conectados con la realidad y con sentido humano.
Se trata de ayudar a los niños a conocerse, valorarse, cuidarse de sí mismos y de los demás. De crear niños capaces de expresar lo que sienten, tomar decisiones y resolver conflictos pacíficamente.
Desde los primeros años, la educación debe preparar a los niños para ser personas autónomas, empáticas, creativas y comprometidas con el mundo que los rodea. Para ello es que se crearon los valores de la nueva escuela mexicana.
Preguntas frecuentes
La Nueva Escuela Mexicana considera que las familias son actores fundamentales en el proceso educativo. Promueve una participación activa que fortalezca el aprendizaje y cree coherencia entre lo que se enseña en casa y en la escuela.
Porque permite a los niños aprender de forma natural, desarrollar habilidades cognitivas y emocionales, y construir significado a través de la exploración y la imaginación, sin imposiciones rígidas.
Significa garantizar que cada niño reciba una educación que respete su dignidad, escuche su voz y valore su contexto, basándose en principios legales y éticos nacionales e internacionales.
A través del reconocimiento de la diversidad, la eliminación de barreras de aprendizaje y la atención pedagógica personalizada para niños con discapacidad, condiciones vulnerables o necesidades particulares.
Implica desarrollar en los niños habilidades para conocerse, valorarse y convivir, enfocando la enseñanza en aprendizajes útiles, significativos y con sentido humano desde los primeros años.