La etapa preescolar es mucho más que aprender letras, números o colores. Y es que, durante el primer acercamiento de los niños con el sistema educativo también se desarrollan otro tipo de habilidades fundamentales para su bienestar futuro.
Entre dichas habilidades a desarrollar encontramos las sociales las cuáles sentarán las bases de cómo se relaciona el pequeño con su entorno. Es por eso que aquí te contaremos cuáles son las habilidades sociales básicas en preescolar que todo pequeño debe desarrollar.

¿Qué son las habilidades sociales?
Las habilidades sociales son un conjunto de comportamientos y actitudes que permiten a las personas relacionarse con los demás de manera adecuada. En el caso de los niños, estas habilidades se desarrollan poco a poco a través del juego, la observación, la interacción con otros niños y los adultos, así como el acompañamiento emocional que reciben.
Algunas de estas habilidades surgen de forma natural, mientras que otras necesitan ser enseñadas y reforzadas. En el entorno preescolar, los docentes y las familias cumplen un rol clave en este aprendizaje, pues los niños requieren orientación para aprender a manejar sus emociones, comunicarse y resolver diferencias pacíficamente.
¿Por qué son importantes las habilidades sociales en preescolar?
Durante la etapa preescolar, los niños comienzan a relacionarse con personas fuera del núcleo familiar: maestras, compañeros de clase y otros adultos. Esto supone un gran cambio en su vida emocional y social. Es por eso que contar con habilidades sociales básicas puede marcar diferencia en su experiencia escolar y en su bienestar.
Entre los beneficios más destacados del desarrollo de habilidades sociales en preescolar están:
- Mejor adaptación al entorno escolar.
- Mayor autoestima y seguridad personal.
- Relaciones interpersonales más sanas.
- Reducción de conductas agresivas o desafiantes.
- Desarrollo del lenguaje y la comunicación
- Mayor disposición para aprender.
Principales habilidades sociales que deben aprender los niños en preescolar
Una de las estrategias de aula que más ha impulsado la Nueva Escuela Mexicana es la educación emocional y social. Esto con el objetivo de desarrollar habilidades sociales básicas en preescolar como las que detallamos a continuación.
1. Saludar y despedirse
Parece simple, pero aprender a saludar al llegar y despedirse al salir es una señal de cortesía y reconocimiento del valor de las otras personas. Enseñar esta habilidad refuerza el sentido de comunidad y respeto en el aula.
A través de rutinas diarias y conversaciones con los pequeños es posible desarrollar esta habilidad social. También se pueden usar estrategias creativas como enseñarles una canción de saludo (como las de Barney) o una dinámica de despedida al final del día.
2. Pedir las cosas por favor y dar las gracias
El uso de estas palabras mágicas no solo es una norma de cortesía, sino una forma de expresar respeto y educación. Al pedir algo, el niño reconoce que está solicitando un favor. Al agradecer, reconoce el gesto recibido.
Para incentivar que los niños usen estas palabras mágicas, los adultos deben utilizar constantemente el “por favor” y “gracias” con los niños y entre ellos. Así, al pregonar con el ejemplo, los niños aprenderán y repetirán dicha conducta.
3. Esperar turnos
Aprender a esperar el turno es una habilidad esencial para convivir, ya sea en juegos, conversaciones o actividades en general. Esta habilidad enseña a respetar los derechos del otro, a ser paciente y controlar la impulsividad.
Como muchas de estas habilidades sociales básicas en preescolar, el aprendizaje se realiza a través del juego. Para ello se pueden implementar estrategias de aula como dinámicas grupales y actividades por turnos que ayuden a los niños a entender cuándo les toca participar.
4. Compartir
El acto de compartir algo como un juguete, un espacio o su comida es una de las primeras lecciones de convivencia que los niños enfrentan en preescolar. Aunque no siempre es fácil, es fundamental para construir relaciones basadas en la empatía y la colaboración.
A través del juego libre supervisado y la educación emocional es posible que los niños se animen a compartir. Además, esto resaltará las emociones positivas que surgen de dicha acción lo que podría mejorar aún más el desarrollo de esta y otras habilidades sociales básicas en preescolar.

5. Escuchar a los demás
Escuchar es más que oír. Es prestar atención al otro, respetar su turno para hablar y mostrar interés por lo que dice. También es comprenderlo y, si nos lo pide, compartir nuestra opinión o aportar algo. Esta habilidad desarrolla la empatía y la comprensión.
Las estrategias de aula para desarrollar dicha habilidad incluyen la lectura de cuentos en grupo, conversaciones guiadas y dinámicas donde los niños deban responder a lo que otro dijo. Esta última, se puede hacer a través del juego.
6. Expresar emociones adecuadamente
Sentir enojo, tristeza o frustración es normal, pero aprender a nombrar esas emociones y canalizarlas sin dañar a otros es una habilidad que se cultiva desde preescolar. Los niños que saben identificar cómo se sienten, también aprenden a ponerse en el lugar del otro.
Los juegos de roles o tarjetas con expresiones faciales son dinámicas que ayudan a los niños a entender lo que sienten y poder expresarlo. También la validación emocional juega un papel muy importante en el desarrollo de esta habilidad.
7. Pedir ayuda
Pedir ayuda cuando se necesita es un signo de inteligencia emocional y humildad. Enseñar a los niños que no todo lo deben hacer solos, y que es válido buscar apoyo, les da seguridad. Además, esta será una de las habilidades sociales básicas en preescolar que le servirá en el futuro enseñándole a delegar y ahorrándole mucho estrés.
Recomendamos reforzar la idea de que pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino una forma de solucionar problemas. Es importante evitar burlar y responder positivamente cuando los niños piden ayuda.
8. Resolver conflictos sin violencia
Los conflictos son inevitables, pero los niños deben aprender a dialogar, buscar acuerdos y respetar al otro, en vez de responder con agresividad o aislamiento. Dentro de las metodologías de enseñanza, este es uno de los pilares más importantes.
La educación emocional indica que técnicas como el “rincón de la paz” y el uso de marionetas para dramatizar situaciones son formas eficientes de enseñar sobre la resolución de conflictos de forma pacífica.
9. Seguir instrucciones
Saber escuchar y cumplir indicaciones es importante no solo para la dinámica escolar, sino también para la seguridad y el respeto a la autoridad. Por ello es que aquí se sientan las bases de esta habilidad que será crucial para su progreso en el sistema educativo.
Juegos como “Simón dice” son una forma muy sencilla de desarrollar este tipo de educación emocional a través del juego. Por ello es que esta es una de las estrategias de aula más recurridas en el desarrollo socioemocional de los niños.
10. Aceptar la diversidad
Desde pequeños, los niños pueden aprender a respetar a quienes son diferentes a ellos: ya sea por su forma de hablar, su color de piel, su discapacidad, su forma de pensar o sus emociones.
A través de cuentos, actividades que celebren la diversidad, dinámicas de inclusión y, sobre todo, con el ejemplo diario de los adultos es posible desarrollar esta habilidad social en los niños.
Preguntas Frecuentes
Son comportamientos y actitudes que les permiten relacionarse de forma respetuosa y efectiva con otros, como saludar, compartir, escuchar y resolver conflictos.
Porque favorecen una mejor adaptación escolar, fortalecen la autoestima, mejoran la convivencia y preparan al niño para relacionarse sanamente en su entorno.
Entre ellas destacan: saludar, pedir las cosas por favor, compartir, escuchar, pedir ayuda, seguir instrucciones y expresar emociones adecuadamente.
A través de juegos, rutinas diarias, cuentos, dinámicas grupales, educación emocional y el ejemplo constante de docentes y padres.
Se recomienda el uso de dramatizaciones, rincones de la paz, juegos de roles y enseñarles a dialogar para llegar a acuerdos sin recurrir a la violencia.